Chapter 91
Capítulo 91
Raquel fue levantada y colocada en el asiento del copiloto de su lujoso Rolls- Royce Phantom. Alberto subió al asiento del conductor.
Con sus manos de dedos largos y articulados, presionó el volante. Pisó el acelerador, y el automóvil avanzó de manera suave y rápida sobre la carretera.
El delicado cuerpo de Raquel estaba envuelto en el abrigo de Alberto, rodeada por su aroma limpio y fresco, y por su temperatura corporal. Las pequeñas alas de su nariz se pusieron rojas, y una extraña emoción comenzó a ondular en su pecho. En verdad no esperaba que él viniera.
En ese entonces, él no había venido.
Pero ahora, él había llegado.
Raquel giró la cabeza para mirar su perfil, que era tan apuesto y esculpido: - Presidente Alberto, le agradezco mucho.
Alberto, con sus largos dedos, giró el volante y, con los labios apretados, preguntó: -¿Por qué no me lo dijiste?
Raquel titubeó: -Yo...
-Te lo pregunté tantas veces, ¿por qué no dijiste nada? Si yo hubiera llegado un poco más tarde, ¿sabes cuáles habrían sido las consecuencias? -su tono era duro y frío.
Raquel sintió su ira. En sus ojos, rojizos por las lágrimas, se formó una capa de brillo: -¿Por qué me atacas con ira?
Alberto no respondió.
Él giró la cabeza y vio sus ojos brillantes, llenos de lágrimas, casi a punto de llorar. Ella parecía tan vulnerable, y aún así, sentía que estaba sufriendo injustamente. ¿Por qué se sentía así?
Cuando entró antes, vio al maldito hombre encima de ella. Su ropa estaba rasgada. Si hubiera llegado más tarde...
Pero al ver cómo la miraba, con ese aire de inocencia y desdicha, Alberto no pudo sentirse más enojado. Se detuvo, sin querer hacerla llorar.
Ella en verdad parecía de cristal, como una muñeca frágil.
Alberto encendió el aire acondicionado y ajustó la temperatura: -¿Tienes frío?
Raquel negó: -Ya no tengo frío.
-Raquel... -de repente, Alberto llamó su nombre.
Capitulo 91
Raquel lo miró: -¿Qué pasa?
-Tengo una pregunta para ti. ¿Cuando eras pequeña, fuiste a...?
Alberto estaba ansioso por saber si ella era la misma niña de la que él recordaba.
Pero en ese momento, unas gotas de lluvia del tamaño de frijoles comenzaron a caer del cielo, anunciando la tormenta.
La emisora de radio dentro del auto anunciaba:
Esta noche, el tornado número 4 llegará a
Solarena, acompañado de lluvias y relámpagos. Se recomienda a los ciudadanos reducir sus desplazamientos.
El tornado se acercaba, y en ese momento estaban en la autopista. El regreso a casa tomaría unas dos horas.
Fuera, ya comenzaba a desatarse una tormenta de viento y lluvia. Continuar conduciendo así sería peligroso.
Con una mano firme sobre el volante, Alberto dio un giro rápido y salió de la autopista, deteniéndose frente a una casa de huéspedes cercana.
-Para garantizar nuestra seguridad, esta noche solo podemos quedarnos aquí. Mañana por la mañana regresamos.
Raquel asintió, sin poner objeciones.noveldrama
La casa de huéspedes era simple, no se podía comparar con un hotel de lujo, pero estaba limpia. La dueña del lugar, al ver a Alberto, cuya altura y presencia hacían brillar sus ojos, no pudo evitar sorprenderse: -Guapo, ¿quieres una habitación? ¿Solo para ti o vienes acompañado?
Raquel se sintió un poco sorprendida. Este hombre, Alberto, parecía hechizar a todos a su alrededor. Su figura, con camisa y pantalón de vestir, era perfecta. Y su aura de ejecutivo de negocios, la de un hombre poderoso, en verdad había dejado a la dueña de la casa de huéspedes boquiabierta.
Alberto no mostró ninguna emoción, claramente ya estaba acostumbrado: -Una habitación, para mí y mi esposa.
Raquel, al ser mencionada, salió de detrás de él. Hasta ese momento, su frágil figura había estado oculta tras la de él, así que la dueña no la había visto.
Raquel le sonrió dulcemente a la mujer.
La mujer, al escuchar que Alberto ya estaba casado, se sintió algo decepcionada. Pero al ver el rostro delicado y hermoso de Raquel, tan puro y dulce, su ánimo mejoró. ¡Parecían una pareja perfecta!
Capitulo 91
La mujer le entregó la tarjeta de la habitación a Alberto: -Guapo, ustedes están en
la habitación 503. Los artículos en el mueble tienen un cargo adicional, y están etiquetados con
sus respectivos precios.
Alberto asintió con la cabeza y se dirigió hacia la habitación con Raquel.
Raquel, algo confundida, preguntó: -¿Qué eran esos artículos de los que hablaba la dueña?
Alberto la miró brevemente. Sus ojos, tan claros e ingenuos, reflejaban una gran curiosidad.
Él desvió la mirada sin responder.
Ambos llegaron a la habitación 503. El lugar estaba limpio, pero solo había una
cama.
Raquel bajó la mirada, pensando: ¿Cómo se dormiría en esa cama con él esta noche?
-Raquel...
Alberto la llamó desde atrás.
What do you think?
Total Responses: 0
If You Can Read This Book Lovers Novel Reading
Price: $43.99
Buy NowReading Cat Funny Book & Tea Lover
Price: $21.99
Buy NowCareful Or You'll End Up In My Novel T Shirt Novelty
Price: $39.99
Buy NowIt's A Good Day To Read A Book
Price: $21.99
Buy Now