La Guerra de una Madre Traicionada

Chapter 681



Ella deseaba con todas sus fuerzas deshacerse de Sabrina cuanto antes.

-Sebastián, ya que lograste ganarte la confianza de Sabrina, ¿por qué no la eliminas de una vez? Así evitamos que surjan más problemas después.noveldrama

Sebastián frunció el entrecejo ante esas palabras.

-Araceli, estamos hablando de una vida, no de una simple hormiga que uno pisa

ya. Si fuera tan fácil matarla, ¿crees que me habría molestado tanto en acercarme a ella?

Araceli, visiblemente ansiosa, insistió:

-Podemos hacer que parezca un accidente.

La voz de Sebastián sono despreocupada, casi perezosa:

-Perfecto.

Sin embargo, antes de que Araceli pudiera sentirse contenta, Sebastián remató: -Puedo conseguirte gente. El plan, la ejecución, lo haces tú como quieras.

El rostro de Araceli cambió de inmediato. Respiró hondo, tratando de recuperar la compostura.

-Sebastián, sola no puedo... Sabrina es demasiado astuta, me descubriría en un segundo.

Guardó silencio unos segundos.

-Tú eres tan inteligente, seguro lo lograrías. Además, ahora que estás tan cerca de Sabrina, sería mucho más sencillo para

1. ti.

Sebastián le lanzó una mirada desdeñosa, leyendo con claridad sus intenciones de usarlo como instrumento.

Pero no tenía interés en discutir.

-Araceli, si quieres mi ayuda, sigues mi plan. Si no te gusta, yo solo te paso la gente y tú te encargas de todo. Pero...

Una sonrisa extraña y peligrosa se dibujó en el rostro de Sebastián.

-No me gusta que me den órdenes ni que quieran todo a su manera. Eso me fastidia.

La furia de Araceli se apagó de golpe, como si le hubieran echado un balde de agua helada encima.

Recuperó la cordura en ese instante.

-Perdón, me alteré, me dejé llevar por la rabia. No quise cuestionarte, es solo que... Sabrina ha sido insoportable.

No podía permitirse enemistarse con Sebastián; todavía lo necesitaba. Aun así...

La escena en la que Sebastián le preparaba bebidas a Sabrina y le servía agua no se le iba de la cabeza. Eso la tenía inquieta.

Sebastián permaneció ahí, imperturbable, como si la visita secreta de Araceli no le preocupara ni un poco. Ni siquiera temía que alguien lo descubriera.

Controlarlo a él... era una tarea casi imposible.

Sin embargo, Sebastián comentó:

-A mí me parece que Sabrina no ha hecho nada malo.

Que Sebastián defendiera a Sabrina solo hizo que Araceli se pusiera más nerviosa.

-Pero... pero ella me está haciendo la vida imposible... ¿No crees que se está pasando?

Sebastián reviró:

-Con la relación que tienen ustedes, debería estar agradecida de que no te haya dado una cachetada. Yo, si un enemigo mío se metiera en mis asuntos familiares, ni siquiera lo dejaría ver la luz del día.

Araceli se quedó sin palabras.

11.20

Capítulo 681

-Y otra cosa... -añadió Sebastián-. Su hijo si necesita una buena lección. Ya lo secuestraron y sigue paseándose como sí nada. Si fuera mi hijo, ya le habría puesto un alto.

Araceli no supo qué responder.

Había olvidado que Sebastián solo creía en la ley del más fuerte. Su fe estaba en la fuerza bruta: si los golpes no funcionaban, era porque no había pegado lo suficiente. Y si después de eso seguía igual, entonces la persona simplemente no valía la pena y se deshacía de ella.

Los ojos de Araceli brillaron con una idea.

-Sebastián, he estado practicando la canción que te gusta, La Promesa. Cuando tengas tiempo, te la toco.

Sebastián aceptó sin dudar.

-Claro, cuando pueda te aviso. ¿Algo más? Si no, me retiro.

Araceli se arriesgó a buscar a Sebastián y terminó con las manos vacías. Se quedó ahí, frustrada, viendo cómo él se alejaba sin mirar atrás.

Mientras tanto, Sabrina no había tenido un solo respiro. Entre los preparativos del concierto y la competencia, se le había olvidado por completo lo de Fidel Castaño y Fabián Guerrero.

Los problemas entre la familia Castaño y la familia Guerrero eran un escándalo, pero ella ni enterada. Solo lo supo cuando Daniela la llamó para contarle el último chisme.

-Sabrina, ¿te enteraste? ¡El Grupo Castaño le declaró la guerra al Grupo Guerrero!

Sabrina levantó la ceja, so

-¿Fidel en serio se atrevió a ir contra el Grupo Guerrero?

-Sí, yo no estoy metida en ese mundo, pero me lo contó Marcelo Blanco.

Marcelo, ahora que trabajaba con Valentino Blanco, estaba empezando a manejar negocios y sabía más que Daniela. Sabrina había planeado esa jugada para que se pelearan entre ellos, pero no imaginó que Fidel actuaría tan rápido.

eso Fidel se enojó? -preguntó Sabrina. -¿Fabián volvió a hacer de las suyas y por

I accidente de carro que tuvo Fidel... fue obra de Fabián.

-No -Daniela bajó la voz-. Dicen que el

Sabrina lo había sospechado, pero al escuchar que era cierto, se quedó muda un segundo.

-¿Estás segura de que es cierto?

-Sí, Marcelo escuchó a Hernán Castaño contándolo en una plática con el señor Blanco. Dicen que Fidel lo descubrió por su

cuenta.

Fabián ya

había ido contra Hernán antes, así que Fidel no tuvo reparos en vengarse. Ahora, las acciones del Grupo Guerrero iban en picada, les cancelaron pedidos y la empresa estaba a punto de quebrar.

-¿Y André y Jorge? ¿No intentaron ayudar?


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.