Chapter 136
Capítulo 136
Él respiraba con dificultad, su pesado cuerpo aplastándola por completo.
Maldita sea, su cuerpo parecía recordar a ella.
Tampoco había tocado a Ana. A su edad, desde un punto de vista fisiológico, necesitaba liberar tensión, pero siempre había sido una persona fría por naturaleza y nunca lo había sentido
como una necesidad.
Sin embargo, desde que conoció a Raquel, especialmente aquella noche de tormenta, cuando ella lo ayudó una vez y le hizo experimentar esa sensación...
Ahora, con solo tocarla, ese recuerdo surgía de nuevo, despertando un deseo incontrolable en
su interior.
Era una sensación terrible.
Soltó su delicado cuello, permitiendo que Raquel pudiera respirar profundamente otra vez.
Su cuerpo era demasiado pesado. Raquel apoyó ambas manos sobre su firme pecho, intentando apartarlo. ¡Alberto, suéltame!
Los ojos rasgados de Alberto estaban ligeramente enrojecidos. Con ambas manos apoyadas en el ventanal, bajó la mirada y la observó fijamente. — ¿Todavía dices que no tomaste café?
Ya había probado en sus labios el sabor del café.
Raquel rápidamente se cubrió la boca con la mano.
-El café de afuera tiene edulcorantes artificiales... no es bueno para la salud...
-Ahora el café es de grano molido, no tan malo como antes. Tomarlo de vez en cuando no
afectará la salud de la abuela.
Sus labios tenían un dulzor peculiar, con un leve aroma a leche. No sabía si el sabor dulce provenía realmente del café o si ella, por sí misma, era dulce.
Raquel emanaba una energía juvenil, vibrante, algo que la perfeccionista Ana no poseía.
Alberto no dijo nada. Sus ojos bajaron, recorriendo sus labios húmedos y sonrojados, para luego detenerse en sus ojos.
¿Qué significaba esa mirada?
Ella solo lo había besado por desesperación, en un intento por escapar. No tenía ninguna otra
intención.
¿Acaso quería besarla otra vez?
Capitulo 136
Cuando la miraba así... realmente resultaba irresistible.
Era un encanto innato.
De repente, Raquel se agachó, deslizándose bajo su brazo, y se apartó un par alejándose de él.
de pasos,
En cuanto se distanció, la atmósfera cargada de tensión y deseo se disipó por completo.
Alberto se enderezó y ajustó su postura.
-Presidente Alberto, ya me ha reprendido lo suficiente. Si no hay nada más, me retiro a la universidad. —dijo Raquel.noveldrama
-Todavía no te he dado permiso para irte.
En ese momento, sonó un golpe en la puerta. Francisco, su secretario, entró con una pila de documentos en los brazos. -Presidente, aquí están los cinco exámenes que pidió.
¿Exámenes?
Alberto tomó los exámenes y los arrojó hacia ella. -A partir de ahora, debes estudiar en serio. Esta noche tienes que completar estos cinco exámenes.
Raquel atrapó los documentos pesados y lo miró con incredulidad. ¿De verdad le estaba pidiendo que hiciera exámenes?
¿Estaba bromeando?
¿Sabía siquiera quién era ella?
Mañana lo convertiría en el hazmerreír.
Pero esa noche... no tenía escapatoria.
Raquel se sentó y comenzó a escribir.
Alberto dejó de prestarle atención y se sumergió en la lectura de los documentos, sentado en su silla ejecutiva de cuero negro.
Sin darse cuenta, pasó una hora. La noche ya había caído. Alberto levantó la cabeza y vio que
Raquel se había quedado dormida sobre la mesa.
¿Se había dormido otra vez?
Se acercó a ella y, al ver sus exámenes, se quedó completamente paralizado.
What do you think?
Total Responses: 0
If You Can Read This Book Lovers Novel Reading
Price: $43.99
Buy NowReading Cat Funny Book & Tea Lover
Price: $21.99
Buy NowCareful Or You'll End Up In My Novel T Shirt Novelty
Price: $39.99
Buy NowIt's A Good Day To Read A Book
Price: $21.99
Buy Now